domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Mercado de drogas = violencia?


Comienzo con una pregunta ingenua ¿Desde hace cuantos años se consume algún tipo de estupefaciente en México? La respuesta es obvia, desde siempre. Las cantidades y las sustancias mismas se han transformado con el paso de los años pero el consumo de marihuana, por ejemplo, data de muchos años atrás. ¿Siempre se han observado los mismos niveles de violencia relacionados a la producción, tráfico y venta de drogas? Otra pregunta ingenua, otra respuesta obvia: por supuesto que no. Entonces ¿De dónde procede el acelerado aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico en nuestro país?

Las drogas no son el único elemento, y quizá tampoco el más determinante, para provocar la violencia que se observa a su alrededor, otras situaciones que se identifican en el entorno de los sujetos consumidores, vendedores o traficantes de estupefacientes son mucho más determinantes que las drogas por sí mismas. La mayor parte, por no decir que todos, los jóvenes que ingresan a Comunidades de tratamiento integral para adolecentes fueron consumidores de algún tipo de droga, incluso algunos reciben terapia especial por haber sido detenidos bajo el influjo de dichas sustancias.

Considero que uno de los factores que provocan los altos niveles de violencia alrededor del mercado de las drogas es que gracias a la venta de este tipo de productos se obtienen grandes cantidades de dinero, mismas que son distribuidas entre diferentes actores involucrados, los cuales se encuentran generalmente relacionados mediante dinámicas corruptas con autoridades gubernamentales o policiales coludidas.

Lo anterior también se puede relacionar con las pugnas que se suelen presentar entre bandas de narcotraficantes por los espacios de venta, tránsito y distribución de sustancias ilegales. La participación de diferentes actores en este tipo de actividades es indispensable para poder llevar el producto hasta las manos del consumidor: el productor, el distribuidor, el vendedor y todas la autoridades que solapan dicho ilícito sin antes negociar la forma mediante la cual los productores podrán pasar por las diferentes aduanas (literales o imaginarias).

La protección brindada por parte de corporaciones policiacas y militares a diferentes agrupaciones del crimen organizado relacionado con el narcotráfico, implica el establecimiento de relaciones violentas entre mafias. El simple consumo por sí no sería capaz de desatar a tal grado los niveles de violencia como los que hoy podemos observar en la mayor parte de México, se requiere de la complejidad agregada por la participación de actores de diferente índole. Estados Unidos es el país en el cual se presenta el mayor consumo de drogas del mundo, es nuestro mayor socio comercial de mercancías legales e ilegales, asimismo nosotros somos un excelente cliente consumidor de armas de contrabando, mismas que tienen como destino final la protección de mafias narcotraficantes y otros delincuentes organizados.

La relación lineal entre las drogas y la violencia es riesgosa, se debe construir una ecuación mucho más compleja que incluya los elementos del entorno tanto de los consumidores como de productores, distribuidores y vendedores a todas las escalas, así como de las autoridades encargadas de combatir dicho mercado. La nueva traducción analítica de la ecuación completa nos podrá dar un resultado más preciso y útil para atender las problemáticas que desembocan en situaciones de violencia descontrolada como la que desde hace años se vive en nuestro país.
 
Bibliografía:
  • Stevens A., Bewley-Taylor D., Drug Markets and Urban violence: Can tackling one reduce the other?, The Benckley Foundation
  • Bases de datos de la Comunidad para Adolecentes San Fernando

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